El huracán Katia lleva varios días azotando el Golfo de México, pero avanza muy lentamente. Hasta el lunes por la tarde, la tormenta se encontraba a unas 185 millas (300 kilómetros) al este de Tampico, México, y se movía a sólo 2 millas por hora (3 kilómetros por hora).
Los satélites muestran que Katia es una tormenta bien organizada, con un ojo bien definido y una gran área de convección. Sin embargo, la tormenta también es relativamente pequeña, con un diámetro de sólo unas 100 millas (160 kilómetros). Este pequeño tamaño es una de las razones por las que Katia avanza tan despacio.
El movimiento lento podría provocar lluvias torrenciales
El lento movimiento del huracán Katia significa que es probable que traiga lluvias torrenciales a partes de México, particularmente a los estados de Tamaulipas y Veracruz. Se espera que la tormenta deje caer hasta 25 centímetros (10 pulgadas) de lluvia en algunas áreas, lo que podría provocar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Además de las fuertes lluvias, también se espera que el huracán Katia produzca fuertes vientos y olas altas. Se espera que los vientos alcancen velocidades de hasta 90 millas por hora (145 kilómetros por hora) y las olas podrían alcanzar alturas de hasta 12 pies (3,6 metros).
Se insta a los residentes a tomar precauciones
Las autoridades mexicanas han instado a los residentes de las zonas afectadas a tomar precauciones antes de la llegada del huracán Katia. Han aconsejado a la gente que permanezca en el interior y lejos de las ventanas, y que proteja sus hogares y pertenencias.
El huracán Katia es el segundo gran huracán que azota México en las últimas dos semanas. El huracán Harvey tocó tierra en Texas el 25 de agosto y causó daños generalizados. No se espera que Katia sea tan fuerte como Harvey, pero sigue siendo una tormenta peligrosa y podría causar daños importantes.