Las tormentas solares son poderosas explosiones de energía que libera el sol. Pueden alterar el campo magnético de la Tierra, lo que a su vez puede afectar el comportamiento animal. Algunos animales, como los delfines, son particularmente sensibles a los cambios del campo magnético. Utilizan el campo magnético de la Tierra para navegar y, cuando este se altera, pueden desorientarse y perderse. Como resultado, las tormentas solares y la actividad geomagnética pueden provocar un mayor número de varamientos de delfines.
Los datos recopilados por los satélites de la NASA pueden ayudar a los científicos a comprender mejor el impacto de la actividad solar en la vida marina. Al estudiar los datos, los científicos pueden identificar los momentos en que es más probable que ocurran tormentas solares y pueden emitir advertencias a los navegantes y a las comunidades costeras para que puedan tomar medidas para protegerse a sí mismos y al medio ambiente.
Además, los datos de la NASA pueden ayudar a los científicos a desarrollar modelos que puedan predecir cómo afectará la actividad solar a la vida marina. Estos modelos se pueden utilizar para desarrollar estrategias a largo plazo para proteger la vida marina de los efectos nocivos de la actividad solar.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de datos que los satélites de la NASA han recopilado y que han ayudado a los científicos a estudiar el vínculo entre las tormentas solares y los varamientos de animales:
Los datos del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) han ayudado a los científicos a comprender mejor el ciclo solar y cómo afecta a las tormentas solares.
Los datos de la Misión Magnetosférica Multiescala (MMS) han ayudado a los científicos a estudiar la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra.
Los datos de las sondas Van Allen han ayudado a los científicos a estudiar los cinturones de radiación que rodean la Tierra y cómo se ven afectados por las tormentas solares.
Estos datos han ayudado a los científicos a comprender mejor cómo las tormentas solares y la actividad geomagnética pueden afectar la vida marina, y también les ha ayudado a desarrollar formas de proteger la vida marina de estos efectos nocivos.