Uno de los ejemplos más significativos de canibalismo galáctico en la Vía Láctea es la colisión y fusión en curso con la galaxia elíptica enana de Sagitario. La Enana de Sagitario es una pequeña galaxia que ha estado orbitando la Vía Láctea durante miles de millones de años, y su eventual fusión con nuestra galaxia es inevitable. A medida que la Enana de Sagitario atraviesa la Vía Láctea, las fuerzas gravitacionales de nuestra galaxia mucho más grande la desgarran. Sus estrellas y su gas se están incorporando al disco de la Vía Láctea, contribuyendo a su crecimiento.
Otra fuente de material para el crecimiento de la Vía Láctea es la acumulación de gas del medio intergaláctico. El medio intergaláctico es el espacio entre galaxias y está lleno de gas y polvo. A medida que la Vía Láctea se mueve a través del medio intergaláctico, barre parte de este material, que eventualmente puede formar nuevas estrellas y contribuir al crecimiento de la galaxia.
El proceso de canibalismo galáctico no es exclusivo de la Vía Láctea. Es un fenómeno común observado en las galaxias de todo el universo. Las galaxias a menudo interactúan entre sí y, como resultado, pueden crecer en tamaño y masa. Este proceso de formación jerárquica de galaxias es uno de los mecanismos fundamentales que dan forma a la estructura del universo.