Según mediciones del instrumento RapidScat de la NASA en la Estación Espacial Internacional, los vientos sostenidos del huracán Florence han aumentado, alcanzando velocidades de alrededor de 130 millas por hora (210 kilómetros por hora). La presión de la tormenta también ha disminuido, lo que indica que se está volviendo más organizada y poderosa.
El instrumento VIIRS (Visible Infrarrojo Imaging Radiometer Suite) en el satélite Suomi NPP capturó imágenes de la tormenta, mostrando al huracán Florence adquiriendo una estructura clásica de huracán con bandas de nubes bien definidas arremolinándose alrededor de un núcleo interno compacto y cálido.
Además, el algoritmo de seguimiento de huracanes de la NASA desarrollado en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia está proporcionando información vital a los pronosticadores meteorológicos. Este algoritmo combina datos de velocidad del viento del dispersómetro del satélite QuikScat de la NASA con imágenes del satélite geoestacionario GOES-East de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) para mejorar los pronósticos de la intensidad y la trayectoria de los vientos de los huracanes.
Los datos de la NASA están ayudando al Centro Nacional de Huracanes de la NOAA y a otras agencias de respuesta a desastres a realizar evaluaciones precisas de la trayectoria y la intensidad del huracán Florence, lo que lleva a decisiones informadas sobre advertencias de huracanes y órdenes de evacuación.
Al integrar las observaciones satelitales de la NASA con otros datos meteorológicos, los meteorólogos pueden comprender mejor la estructura y el comportamiento de la tormenta, hacer predicciones más precisas y proporcionar información crítica a las comunidades en riesgo.