Los exploradores de Marte de la NASA han estado buscando signos de vida antigua en el Planeta Rojo durante más de una década. Uno de los objetivos clave de su búsqueda han sido las rocas sedimentarias, que se forman cuando sedimentos (como arena, barro y materia orgánica) se depositan y compactan con el tiempo. Las rocas sedimentarias pueden proporcionar un registro de condiciones ambientales pasadas, incluida la presencia de agua, y también pueden contener fósiles de organismos antiguos.
Hasta la fecha, los exploradores de Marte han encontrado evidencia de una amplia variedad de rocas sedimentarias en Marte, incluidas areniscas, lutitas y conglomerados. Estas rocas han revelado que Marte alguna vez tuvo un clima mucho más cálido y húmedo que el actual, y que pudo haber sido habitable para la vida en el pasado.
Sin embargo, algunos científicos creen que la NASA no está buscando en las rocas sedimentarias adecuadas pistas sobre la vida marciana. Argumentan que los rovers se han centrado en rocas que son demasiado jóvenes y demasiado alteradas para preservar evidencia de vida antigua. En cambio, dicen que la NASA debería buscar rocas sedimentarias más antiguas y prístinas que tengan más probabilidades de contener fósiles u otras evidencias de vida.
Hay varias razones por las que las rocas sedimentarias más antiguas y prístinas tienen más probabilidades de contener evidencia de vida antigua. En primer lugar, las rocas más antiguas han tenido más tiempo para acumular materia orgánica y otras biofirmas. En segundo lugar, es menos probable que las rocas más antiguas hayan sido alteradas por la erosión y otros procesos geológicos que pueden destruir la evidencia de vida. En tercer lugar, es más probable que se encuentren rocas más antiguas en lugares que alguna vez fueron habitables para la vida, como cerca de ríos o lagos antiguos.
La NASA es consciente de los argumentos a favor de observar rocas sedimentarias más antiguas y prístinas en busca de pistas sobre la vida marciana, y la agencia actualmente está planeando una misión para hacer precisamente eso. La misión Mars Sample Return, cuyo lanzamiento está previsto para 2020, recogerá muestras de rocas sedimentarias de Marte y las devolverá a la Tierra para su análisis. Estas muestras proporcionarán a los científicos una comprensión mucho mejor de la historia geológica de Marte y del potencial de vida antigua en el Planeta Rojo.
Conclusión
Es probable que el debate sobre si la NASA está buscando en las rocas equivocadas pistas sobre la vida marciana continúe durante muchos años. Sin embargo, la evidencia sugiere que es más probable que las rocas sedimentarias más antiguas y prístinas contengan evidencia de vida antigua, y la NASA está planeando una misión para recolectar muestras de estas rocas para su análisis. Los resultados de esta misión podrían ayudarnos a responder finalmente a la pregunta de si alguna vez existió vida en Marte.