1. Eyección de un sistema planetario: Los planetas rebeldes pueden ser expulsados de sus sistemas planetarios originales debido a interacciones gravitacionales con otros planetas o encuentros cercanos con objetos masivos como estrellas que pasan. En tales escenarios, la órbita del planeta se vuelve altamente excéntrica o hiperbólica, lo que hace que escape de la atracción gravitacional del sistema y se libere.
2. Formación estelar fallida: Es posible que algunos planetas rebeldes se hayan formado mediante los mismos procesos que conducen a la formación de estrellas, pero no lograron acumular suficiente masa para iniciar la fusión nuclear. Estos objetos, a menudo llamados "enanas marrones", pueden tener características similares a las de los planetas, pero carecen de la masa y la presión interna necesarias para sostener reacciones de fusión estables.
3. Formación primordial: Los planetas rebeldes también pueden formarse en las primeras etapas de la formación de estrellas y sistemas planetarios, antes del colapso de una nube molecular en una protoestrella. Durante esta fase, pequeños grupos de materia pueden fusionarse en objetos similares a planetas que permanecen sin estar unidos a ninguna estrella específica.
4. Fuerzas de marea galácticas: En los entornos densos de los centros galácticos o los cúmulos estelares abarrotados, las fuerzas gravitacionales ejercidas por numerosas estrellas pueden alterar los sistemas planetarios. Esto puede provocar la expulsión de planetas de sus órbitas originales y su transformación en planetas rebeldes.
5. Evolución estelar: A medida que las estrellas evolucionan y atraviesan diversas etapas, como explosiones de supernovas o la expansión a gigantes rojas, sus sistemas planetarios pueden verse alterados. Algunos planetas pueden ser expulsados al espacio interestelar como resultado de estos dramáticos cambios.
6. Colisiones planetarias: En sistemas planetarios densamente poblados, pueden ocurrir colisiones entre planetas. Estas colisiones pueden impartir suficiente energía para expulsar uno o ambos planetas del sistema, enviándolos a una trayectoria rebelde.
Una vez que los planetas rebeldes están en el espacio interestelar, continúan vagando libremente, influenciados por las fuerzas gravitacionales de las estrellas cercanas y la dinámica general de la galaxia. Es posible que con el tiempo sean capturados por otra estrella o sistema planetario, o que sigan siendo nómadas solitarios durante miles de millones de años.
El estudio de los planetas rebeldes aún se encuentra en sus primeras etapas y aún quedan muchos misterios sobre sus orígenes, composiciones e interacciones con otros objetos celestes. A medida que los astrónomos continúan explorando la vasta extensión del espacio, esperan descubrir más información sobre estos enigmáticos vagabundos de la galaxia.