1. Percepción errónea :Las aves pueden percibir erróneamente los paneles solares como cuerpos de agua, especialmente si reflejan el cielo o los alrededores. Las aves vuelan instintivamente hacia las fuentes de agua y, por lo tanto, pueden confundir los paneles solares con un lugar de aterrizaje o con una fuente de agua para beber.
2. Transparencia y Reflexión :La superficie lisa y reflectante de los paneles solares puede crear una ilusión de espacio, confundiendo a las aves y haciéndolas volar hacia los paneles.
3. Alto resplandor :La superficie brillante de los paneles solares puede producir un deslumbramiento intenso, especialmente durante determinadas horas del día. Este resplandor puede desorientar la visión de las aves, haciéndoles más difícil navegar alrededor de los paneles.
4. Falta de señales visuales :Los paneles solares a menudo carecen de las señales de textura en las que se basan las aves para reconocer obstáculos. Esta ausencia de patrones familiares puede hacer que las aves no se den cuenta o no reaccionen a la presencia de los paneles hasta que sea demasiado tarde para evitar una colisión.
5. Comportamiento de vuelo :Algunas aves, como los colibríes y los papamoscas, realizan persecuciones a alta velocidad y vuelos territoriales, lo que puede provocar colisiones con paneles solares si estos se encuentran dentro de sus trayectorias de vuelo.
6. Condiciones de poca luz :Durante el crepúsculo u otras condiciones de poca luz, la vista de las aves puede verse reducida, lo que les dificulta distinguir entre paneles solares y áreas abiertas.
7. Rutas migratorias :Las especies de aves que migran a lo largo de determinadas rutas pueden encontrar grandes instalaciones solares dentro de sus rutas migratorias, lo que aumenta la probabilidad de colisiones.
8. Falta de experiencia :Las aves jóvenes que aún no han perfeccionado sus habilidades de vuelo y observación son más vulnerables a las colisiones con paneles solares.
Para mitigar las colisiones de aves, las instalaciones solares están implementando medidas como revestimientos antirreflectantes, vidrios o patrones a prueba de pájaros y creando zonas de amortiguamiento con vegetación. También se están realizando investigaciones para comprender mejor el comportamiento de las aves y los factores que contribuyen a las colisiones, de modo que se puedan realizar mejoras en futuras instalaciones solares.