Los espejos utilizados en esta técnica suelen ser espejos plateados de alta calidad, que tienen una alta reflectividad para la luz visible y ultravioleta. Los espejos están dispuestos en una configuración específica, como una forma esférica o parabólica, para garantizar que la luz de los átomos se refleje hacia la cámara o el detector.
Al utilizar múltiples espejos, se puede recolectar más luz de la nube de átomos y enfocarla en la cámara o detector, lo que da como resultado una imagen más brillante. Además, los espejos pueden ayudar a reducir la luz parásita y otras fuentes de ruido en la imagen, lo que puede mejorar aún más la calidad general de la imagen.
Esta técnica de utilizar múltiples espejos para mejorar las imágenes de nubes atómicas se emplea comúnmente en experimentos de física atómica y óptica cuántica, donde las imágenes de nubes atómicas de alta resolución y alta sensibilidad son cruciales.