Kepler pasó cuatro años observando una pequeña porción de cielo en la constelación de Cygnus, monitoreando más de 150.000 estrellas. Durante ese tiempo, detectó un total de 2.662 exoplanetas, incluidos cientos de planetas del tamaño de la Tierra en la zona habitable de sus estrellas, donde podría existir agua líquida en la superficie.
Los descubrimientos de Kepler han tenido un profundo impacto en nuestra comprensión del universo. Han demostrado que los exoplanetas son comunes y que muchos de ellos son potencialmente habitables. Esto ha llevado a un renovado interés en encontrar vida más allá de la Tierra y ha inspirado a los científicos a desarrollar nuevas tecnologías para detectar exoplanetas.
La misión de Kepler llegó a su fin en 2013 cuando se quedó sin combustible. Sin embargo, su legado continuará durante muchos años más. Los científicos todavía están analizando los datos recopilados por Kepler y se espera que produzcan aún más descubrimientos en el futuro.
Kepler ha cambiado la forma en que los astrónomos estudian las estrellas distantes y ha abierto una nueva ventana al universo. Gracias a Kepler, ahora sabemos que hay miles de millones de planetas y que algunos de ellos podrían albergar vida.
Éstos son algunos de los hallazgos clave de la Misión Kepler:
* Los exoplanetas son comunes. Kepler ha demostrado que hay al menos tantos exoplanetas como estrellas en nuestra galaxia.
* Los planetas del tamaño de la Tierra son comunes. Kepler ha detectado cientos de planetas del tamaño de la Tierra, incluidos muchos en la zona habitable de sus estrellas.
* Los planetas en tránsito son comunes. Kepler ha demostrado que los planetas en tránsito son relativamente comunes, lo que los hace más fáciles de detectar.
* Los sistemas planetarios son diversos. Kepler ha descubierto que los sistemas planetarios vienen en todas las formas y tamaños, algunos sistemas tienen múltiples planetas y otros ninguno.
Kepler ha revolucionado nuestra comprensión del universo y ha abierto una nueva ventana a la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Gracias a Kepler, sabemos que hay miles de millones de planetas y que algunos de ellos podrían albergar vida.