La atmósfera de Venus está compuesta principalmente de dióxido de carbono (96,5%) y nitrógeno (3,5%). Si bien la actividad volcánica ha contribuido a la atmósfera del planeta a lo largo de su historia geológica, no es la fuente principal de la composición atmosférica actual de Venus. Se cree que la gran mayoría de la atmósfera de Venus se desgasificó desde el interior del planeta al principio de su historia, durante un período de intensa actividad volcánica. Se cree que este proceso fue responsable de la formación de la espesa atmósfera de dióxido de carbono de Venus. Aunque Venus continúa experimentando cierta actividad volcánica, no es lo suficientemente significativa como para tener un impacto importante en la composición atmosférica general del planeta.