El regolito lunar está compuesto principalmente de oxígeno, silicio, hierro, magnesio, aluminio y calcio. La concentración de agua en el regolito varía según la región y la profundidad a la que se toma la muestra, pero generalmente se estima que es inferior al 1%. Además, las moléculas de agua del regolito están fuertemente unidas a los minerales del suelo, lo que dificulta su separación.
Para obtener agua del regolito se requieren procesos complejos que implican calentar el suelo a temperaturas extremadamente altas y tratar químicamente el material resultante. Estos procesos requerirían equipos sofisticados, una fuente continua de energía y materiales especializados, todo lo cual actualmente está más allá de nuestras capacidades para la exploración lunar.
Además, el proceso de extracción de agua del regolito consume mucha energía y requiere tecnologías especializadas, lo que lo hace poco práctico para el consumo humano inmediato. Por lo tanto, los astronautas en misiones espaciales tienen que depender de sistemas de reciclaje y suministros de agua cuidadosamente gestionados en lugar de extraer agua del regolito lunar.