Según una nueva investigación, la velocidad de rotación de la Tierra se ha ralentizado significativamente desde que se formó la Luna hace unos 4.500 millones de años. Los análisis de rocas antiguas y simulaciones por computadora realizados por geofísicos han revelado que la duración de un día aumentó aproximadamente 2,3 horas cada millón de años durante el eón Precámbrico, que abarcó desde hace aproximadamente 4.600 millones de años hasta hace 541 millones de años.
A finales del Precámbrico, un día duraba aproximadamente 19,5 horas. La velocidad de rotación de la Tierra ha seguido disminuyendo, pero a un ritmo mucho más lento desde entonces. Hoy en día, un día tiene 24 horas de duración y se estima que aumentará aproximadamente 1,7 milisegundos cada siglo.
Los científicos detrás del nuevo estudio, que fue publicado en la revista Nature Geoscience, dicen que la atracción gravitacional de la Luna es la causa principal de la desaceleración de la rotación de la Tierra. La gravedad de la Luna ejerce una fuerza sobre el abultamiento ecuatorial de la Tierra, provocando que se deforme y creando fuerzas de marea. Esta fuerza de marea hace que la Tierra se tambalee a medida que gira, y esta oscilación hace que la rotación de la Tierra se ralentice.
"La gravedad de la Luna es como un freno a la rotación de la Tierra", afirmó Stephen Meyers, profesor de geología de la Universidad de Wisconsin-Madison y autor principal del estudio. "Ha estado frenando la rotación de la Tierra desde que se formó la Luna".
Los investigadores utilizaron simulaciones por computadora para calcular la velocidad a la que la rotación de la Tierra se desaceleró con el tiempo. También analizaron las rocas antiguas para medir la duración de un día durante el eón Precámbrico. Las rocas contienen cristales microscópicos que se formaron cuando el sol estaba en su punto más alto en el cielo y, al medir las distancias entre estos cristales, los científicos pudieron calcular la duración de un día.
El nuevo estudio proporciona información sobre la historia temprana de la Tierra y el papel de la Luna en la configuración de nuestro planeta. También tiene implicaciones para comprender la evolución de la vida, ya que la duración del día tiene un efecto profundo en el clima del planeta y otras condiciones que afectan la supervivencia de los organismos.