En los últimos años, la corriente en chorro ha ido cambiando de varias maneras. En primer lugar, se ha vuelto más ondulado, con depresiones y crestas más pronunciadas. Esto ha provocado fenómenos meteorológicos más extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas. En segundo lugar, la corriente en chorro se ha movido más al norte en el hemisferio norte y más al sur en el hemisferio sur. Esto ha provocado cambios en el clima de muchas regiones, incluidos inviernos más cálidos en algunas zonas y veranos más fríos en otras. En tercer lugar, la corriente en chorro se ha vuelto más fuerte, lo que ha provocado más vientos de alta velocidad y más turbulencias en la atmósfera.
Se cree que los cambios en la corriente en chorro son causados por una combinación de factores, incluido el cambio climático, el aumento de la temperatura de la superficie de la Tierra y cambios en la rotación de la Tierra. Es probable que los cambios en la corriente en chorro continúen y se espera que tengan un impacto significativo en el tiempo y el clima de la Tierra en los próximos años.