La frase "salvar a las ballenas" se utiliza a menudo como un llamado general a proteger las poblaciones de ballenas, sin metas ni objetivos numéricos específicos. Los esfuerzos de conservación marina relacionados con las ballenas normalmente se centran en abordar las amenazas que enfrentan, como la sobrepesca, la destrucción del hábitat, la contaminación y los choques con barcos. El objetivo final es mantener poblaciones sostenibles de ballenas que puedan cumplir sus funciones ecológicas y prosperar en sus hábitats marinos.