El estudio, publicado en la revista Nature, examinó las galaxias que existían cuando el universo tenía sólo unos mil millones de años. Se cree que estas galaxias son las progenitoras de la actual Vía Láctea y otras galaxias grandes.
Los investigadores descubrieron que estas primeras galaxias eran mucho más eficientes a la hora de convertir gas en estrellas que las galaxias actuales. También descubrieron que las galaxias eran más compactas y tenían tasas de formación de estrellas más altas.
La autora principal del estudio, Erica Nelson de la Universidad de Colorado Boulder, dijo que los hallazgos sugieren que el universo primitivo era un lugar mucho más dinámico y que cambiaba rápidamente de lo que se pensaba anteriormente.
"El universo primitivo fue una época de transformación increíble", dijo Nelson. "Las galaxias estaban evolucionando a un ritmo increíblemente rápido y el universo era un lugar muy diferente al que es hoy".
Los hallazgos del estudio podrían ayudar a arrojar luz sobre cómo se formaron y evolucionaron las primeras galaxias. Los investigadores creen que las primeras galaxias pueden haber sido influenciadas por interacciones con otras galaxias o por entradas de gas desde el medio intergaláctico.
El estudio también tiene implicaciones para nuestra comprensión de la expansión del universo. Los investigadores descubrieron que las galaxias primitivas eran más compactas que las galaxias actuales, lo que sugiere que el universo pudo haberse expandido más lentamente en las primeras etapas de su evolución.
Los hallazgos del estudio se basan en datos del Estudio de Orígenes Cósmicos (COSMOS) del Telescopio Espacial Hubble. El estudio COSMOS es un estudio a gran escala del universo que ha obtenido imágenes de más de 2 millones de galaxias.