El comportamiento anómalo se relaciona con la forma en que giran los núcleos atómicos. Esta propiedad fundamental de los núcleos, conocida como espín nuclear, depende del número de protones y neutrones en el núcleo. Según el modelo de capa del núcleo, el espín de un núcleo par (es decir, uno con un número par de protones y neutrones) siempre debería ser cero.
Sin embargo, los experimentos realizados en la década de 1960 revelaron un puñado de núcleos pares estables con un espín distinto de cero, lo que desafió las predicciones del modelo de capa. Esta discrepancia ha permanecido sin explicación durante décadas y ha dado lugar a numerosas investigaciones teóricas.
En esta investigación innovadora, los científicos realizaron cálculos de alta precisión basados en teoría nuclear y modelos informáticos de última generación. Simularon la estructura interna y las propiedades de los núcleos, incluidos sus niveles de energía, funciones de onda y momentos magnéticos, para comprender mejor el comportamiento anómalo.
Sus resultados confirmaron la existencia de estos núcleos pares estables con espín distinto de cero. El equipo observó que cuando estos núcleos se colocan en un campo magnético, los protones y neutrones dentro del núcleo experimentan diferentes fuerzas magnéticas debido a sus distintas cargas. Esta diferencia conduce a una división de los niveles de energía, lo que resulta en un espín distinto de cero para estos núcleos en particular.
Este descubrimiento ofrece una comprensión más profunda del comportamiento fundamental de los núcleos atómicos y proporciona una resolución a un antiguo enigma de la física nuclear. Los hallazgos detallados del equipo, publicados en la revista *Physical Review Letters*, allanan el camino para una mayor exploración de fenómenos exóticos y la naturaleza de la materia a nivel atómico.