Estrés: Los pilotos de drones enfrentan largas horas de trabajo, mucho estrés y la posibilidad de sufrir daños morales debido a la naturaleza de su trabajo. También pueden sufrir aislamiento y falta de camaradería debido a la naturaleza remota de sus funciones.
Avance profesional: Los pilotos de drones pueden encontrar que sus oportunidades profesionales son limitadas en comparación con otras ocupaciones militares, y pueden tener dificultades para hacer la transición a trabajos civiles después de dejar el ejército.
Preocupaciones éticas: Algunos pilotos de drones expresan preocupaciones éticas sobre su trabajo, como la posibilidad de que se produzcan víctimas civiles o el uso de drones en asesinatos selectivos. Estas preocupaciones pueden contribuir al agotamiento y al deseo de abandonar el ejército.
Consideraciones familiares y personales: Algunos pilotos de drones pueden optar por dejar el ejército por motivos personales o familiares, como el deseo de pasar más tiempo con sus seres queridos o seguir una carrera diferente.