De vez en cuando se escucha un brillante destello de radio en algún lugar del cielo. Puede durar desde unos pocos milisegundos hasta unos pocos segundos. Aparecen un tanto al azar y todavía no estamos seguros de qué son. Las llamamos ráfagas de radio rápidas (FRB). En este momento, la teoría principal es que son causadas por estrellas de neutrones altamente magnéticas conocidas como magnetares. Con observatorios como CHIME ahora podemos ver muchos de ellos, lo que podría brindar a los astrónomos una nueva forma de medir la tasa de expansión cósmica.
La tasa de expansión cósmica se describe mediante el parámetro de Hubble, que podemos medir con una precisión de unos pocos porcentajes. Desafortunadamente, nuestros diversos métodos de medición son ahora tan precisos que sus incertidumbres no se superponen. Esta contradicción de valores se conoce como tensión de Hubble. Varias reevaluaciones de nuestros métodos han descartado errores sistemáticos, por lo que los astrónomos buscan nuevas formas independientes de medir el parámetro de Hubble, y es ahí donde entra en juego un nuevo estudio.
El artículo, publicado en arXiv servidor de preimpresión, analiza el uso de FRB como medida del Hubble. Para que la luz de un FRB llegue hasta nosotros, necesita viajar millones de años luz a través del difuso medio intergaláctico e interestelar. Esto hace que la frecuencia de la luz se extienda. La cantidad de dispersión espectral se conoce como medida de dispersión (DM), y cuanto mayor es la DM, mayor es la distancia. Entonces conocemos la distancia a los FRB. Pero para medir la expansión cósmica, también necesitamos una segunda medida de distancia, y aquí el artículo propone utilizar lentes gravitacionales.