SMOS y Swarm se unen para detectar una enorme tormenta solar
Este gráfico muestra que en el momento de la llamarada solar X1.1 emitida a las 02:31 CET (01.31 UTC) del 23 de marzo de 2024, el satélite de humedad del suelo y salinidad del océano (SMOS) de la ESA registró un gran aumento en el flujo solar. medido como ondas de radio en la banda L por su instrumento Miras. Crédito:Agencia Espacial Europea
El sol hizo erupción durante el fin de semana, arrojando radiación electromagnética hacia la Tierra e incluso iluminando los cielos con espectaculares auroras boreales. Por primera vez, el improbable dúo de clima espacial de la ESA, SMOS y Swarm, rastrearon la severa tormenta solar, que deformó el campo magnético de la Tierra.
El clima espacial (radiación electromagnética y partículas emitidas por el sol en forma de erupciones solares y eyecciones de masa coronal (CME)) puede deslumbrar y destruir. Puede provocar auroras impresionantes, pero también destruir satélites, comunicaciones e incluso redes eléctricas.
A primera hora del sábado 23 de marzo de 2024, el Sol lanzó una fuerte llamarada solar X1.1, el tipo más potente posible, desde una región particularmente activa que apuntaba directamente hacia la Tierra.
La noticia de una eyección de masa coronal (CME) asociada, que se dirige directamente hacia nosotros, puso en alerta máxima tanto a los cazadores de auroras como a los científicos del clima espacial.
Para los científicos de Swarm que monitorean el campo magnético de la Tierra, fue la oportunidad perfecta para darle un buen uso a los nuevos datos casi en tiempo real de la constelación de tres satélites.
Cada satélite Swarm lleva un magnetómetro para medir la fuerza del campo magnético de la Tierra. Este campo magnético cambia constantemente y responde con especial fuerza a los fenómenos meteorológicos espaciales.
La CME llegó mucho antes de lo esperado, provocando una tormenta geomagnética que alcanzó niveles severos en la tarde del domingo 24 de marzo.
A medida que los datos estuvieron disponibles rápidamente, Swarm Alpha fue el primero de los satélites en órbita terrestre baja en medir los cambios en el campo magnético de la Tierra, según informó Eelco Doornbos del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI).