Las nebulosas planetarias son algunas de las manifestaciones visuales más impresionantes de la naturaleza. El nombre resulta confuso ya que son restos de estrellas, no de planetas. Pero eso no resta valor a su condición de objetos de belleza cautivadora y de intenso estudio científico.
Como toda nebulosa planetaria, la Nebulosa del Anillo Sur es el remanente de una estrella como nuestro sol. A medida que estas estrellas envejecen, eventualmente se convertirán en gigantes rojas, expandiéndose y arrojando capas de gas al espacio. Con el tiempo, la gigante roja se convierte en una enana blanca, un remanente estelar desprovisto de fusión que emana cualquier energía térmica residual que tenga sin generar más. La enana blanca ilumina las capas de gas expulsadas anteriormente y podemos disfrutar del espectáculo.
Cuando el tan esperado JWST comenzó a entregar imágenes, la Nebulosa del Anillo Sur (NGC 3132) fue uno de sus primeros objetivos. Fue uno de los cinco objetos que compusieron los primeros resultados científicos del telescopio. Las imágenes del JWST revelaron algo sorprendente sobre NGC 3132:tiene dos estrellas. La enana blanca está en el centro de NGC 3132 y su compañera está entre 40 y 60 AU, aproximadamente la misma distancia que Plutón del Sol.
Los investigadores querían comprender más sobre la estructura de la Nebulosa del Anillo Sur. El JWST funciona en infrarrojo y puede obtener imágenes de hidrógeno caliente en la nebulosa. Pero para obtener una imagen más completa de la nebulosa, un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Rochester (RIT) recurrió al Submillimeter Array (SMA). El SMA puede detectar el CO (monóxido de carbono) más frío en la nebulosa más allá del alcance del JWST. Sintió la presencia de CO y midió su velocidad y las velocidades de otras moléculas.
La investigación se publica en The Astrophysical Journal titulado "El exoesqueleto molecular de la nebulosa planetaria en forma de anillo NGC 3132". El profesor Joel Kastner de la Escuela de Física y Astronomía del RIT es el autor principal.
Las nuevas observaciones mostraron que la mayor parte del gas hidrógeno de la nebulosa se encuentra en un gran anillo en expansión y que un segundo anillo en expansión se encuentra casi perpendicular al primero.
"JWST nos mostró las moléculas de hidrógeno y cómo se apilan en el cielo, mientras que Submillimeter Array nos muestra el monóxido de carbono que está más frío que no se puede ver en la imagen de JWST", explicó Kastner.
Más información: Joel H. Kastner et al, El exoesqueleto molecular de la nebulosa planetaria en forma de anillo NGC 3132, The Astrophysical Journal (2024). DOI:10.3847/1538-4357/ad2848
Información de la revista: Revista Astrofísica
Proporcionado por Universe Today