Las nebulosas son nubes interestelares de gas y polvo, y el Telescopio Espacial Hubble ha revelado la existencia de muchas en toda la Vía Láctea. Edwin Hubble, cuyo nombre lleva el nombre del telescopio, estableció que existían nubes más allá de la Vía Láctea, pero los científicos las reconocieron más tarde como galaxias independientes diferentes de las nebulosas dentro de la Vía Láctea. Según una teoría popular, el sistema solar es el resultado del colapso gravitacional de una de esas nebulosas primordiales.
La hipótesis de la nebulosa primordial
La hipótesis de la nebulosa primordial ayuda a los científicos a explicar el origen del solar sistema. Según esta hipótesis, una nube de polvo, hielo y gas que giraba lentamente, la nebulosa primordial, comenzó a contraerse y eventualmente se convirtió en un disco. Cuando el disco colapsó y comenzó a girar más rápido, la mayor parte de su masa se localizó en el centro y se volvió más caliente, convirtiéndose finalmente en el sol. Una posible razón para el colapso inicial de la nube es la onda de choque de una supernova cercana.
Formación de los planetas
A medida que la nebulosa primordial se aplanaba en un disco y la mayoría de su masa gravitaba hacia el centro, pequeños trozos de materia más alejados del centro del disco, llamados planetesimales, comenzaron a colisionar y atraer polvo y rocas para finalmente convertirse en planetas y lunas. Esto explica por qué todos los planetas giran en órbitas casi circulares, moviéndose en la misma dirección y en el mismo plano. A su vez, la teoría muestra por qué los planetas interiores o terrestres son rocosos, mientras que los exteriores, o jovianos, son gaseosos, debido a la abundancia de hielo y gas como elementos formadores de planetas en las franjas externas del disco. >
El sistema solar interno y externo
Según la teoría, los planetesimales más cercanos al sol naciente estaban compuestos principalmente de roca y metal, materiales que formaban alrededor del 0,6 por ciento del material en el disco. Por lo tanto, estos no podían formar planetas muy grandes y, debido a que su atracción gravitatoria era pequeña, no podían atraer mucho hidrógeno libre y gas de helio. Más lejos del sol, los planetesimales se formaron a partir del hielo y la roca, y como había más hielo, podían formar planetas más grandes con densas atmósferas de hidrógeno y helio que rodeaban sus núcleos rocosos. Los cometas del cinturón de Kuiper en las afueras del sistema solar son la materia prima para los planetesimales. Nunca se forman en los planetas porque su densidad es demasiado baja.
Detalles inexplicables
La teoría de la nebulosa primordial no está completa y no explica cómo los planetas terrestres formaron atmósferas. Tampoco explica por qué Venus gira hacia atrás o por qué los ejes o la rotación de Urano y los planetas enanos Plutón y Caronte son perpendiculares a los de los otros planetas. La órbita altamente excéntrica de Plutón /Caronte es otro detalle anómalo, pero los planetas enanos gemelos podrían ser vagabundos que interactuaron con Neptuno y los otros planetas jovianos para establecerse en su órbita actual. Otra pregunta importante que la teoría de la nebulosa primordial no aborda es cómo surgió la vida en la Tierra.