Los científicos planetarios a veces señalan las condiciones de la superficie en Venus como una advertencia de los peligros del calentamiento global. La atmósfera está compuesta casi por completo de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, y la temperatura de la superficie es de 484 grados Celsius (903 grados Fahrenheit). Además del dióxido de carbono, la atmósfera contiene trazas de monóxido de carbono y ácido sulfúrico. Este último frecuentemente cae como lluvia, aunque no llega al suelo.
Earth Sister Planet
Hasta que no pudieron observar a Venus, los científicos planetarios lo consideraron un planeta hermano para la Tierra, principalmente debido a su tamaño y composición similares. Sin embargo, después de enviar veinte naves espaciales a ese planeta, comenzando con Mariner 2 en 1962, ahora se dan cuenta de que los dos planetas son muy diferentes, y una de las diferencias más importantes es que Venus no tiene cantidades significativas de agua. Los científicos creen que esta falta de agua es responsable del predominio del dióxido de carbono en la atmósfera porque, en la Tierra, el agua absorbe dióxido de carbono.
No hay lugar para unas vacaciones
La presión atmosférica en Venus equivale aproximadamente a 90 atmósferas terrestres, o casi lo mismo que la presión a una profundidad de 1 kilómetro en los océanos de la Tierra. Debido a que la atmósfera es tan densa, los vientos en la superficie son lentos, aunque pueden ser tan rápidos como 217 mph (350 km /h) en la atmósfera superior. Debido a que el dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero, la temperatura en la superficie es más alta que incluso en la superficie de Mercurio, que está a la mitad de distancia del sol. Venus probablemente tenía agua, pero todo se evaporaba en el intenso calor.
Truenos, Lluvia y Rayos
Las trazas de agua en la atmósfera superior se combinan con el dióxido de azufre para formar nubes de ácido sulfúrico que causa lluvias frecuentes. La lluvia ácida se evapora mucho antes de que llegue a la superficie del planeta, y los vapores se elevan a la atmósfera para crear más lluvia y continuar el ciclo. Los científicos alguna vez creyeron que había tormentas eléctricas frecuentes en Venus, pero la sonda Cassini-Huygens no pudo detectar ninguna durante sus dos sobrevuelos en el camino a Saturno. Atribuyen esta falta al hecho de que la atmósfera de Venus circula en sentido horizontal y no vertical, como sucede en la Tierra.
Actividad Volcánica
Los científicos han estado observando a través de la espesa atmósfera venusina desde el vuelo de Mariner 2, pero obtuvieron sus primeras ideas detalladas de la superficie del planeta desde el Magellan Orbiter en 1992. Revelaron una superficie desprovista de grandes cráteres -sólo existe una décima parte de la cantidad esperada- y la presencia de rocas volcánicas en un 85 por ciento de la superficie del planeta. Ambos son indicios de actividad volcánica intensa y en curso, y los observadores de la superficie del planeta han contado más de 1.600 volcanes principales. Sin embargo, no erupcionan como lo hacen los volcanes en la Tierra, posiblemente debido a la falta de vapor de agua como elemento explosivo.