A la caza de marcianos en el desierto más extremo de la Tierra
Un rover de la NASA entra en acción en el desierto de Atacama, similar a Marte. Profesor Stephen B. Señalando
Cuando se trata de buscar microbios en Marte, enviar un rover robótico al entorno más árido de la Tierra es un buen lugar para comenzar. Y, ¿Deberíamos encontrar estos organismos unicelulares en el planeta rojo, los científicos tienen una idea de cómo podríamos llamarlos.
Como se describe en un estudio de febrero de 2019 publicado en la revista Frontiers in Microbiology, un equipo de investigadores exploró el medio ambiente extremo del desierto de Atacama en Chile. Querían desarrollar estrategias que los futuros exploradores robóticos pudieran utilizar para buscar los escondites de los microbios marcianos.
En 2020, Tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea lanzarán sus primeros rovers de caza de vida al planeta rojo (las misiones Mars 2020 y ExoMars rover, respectivamente), por lo que los gerentes de misión deberán saber dónde buscar.
Marte ... en la Tierra
El desierto de Atacama es tan extremo como se puede llegar a vivir a duras penas. No solo la región está completamente seca, el núcleo del desierto no recibe ninguna lluvia durante décadas, debido a su elevación, también recibe altos niveles de radiación ultravioleta dañina. Además, el suelo es extremadamente salado. Estos factores deberían hacer que el desierto de Atacama sea tóxico para la vida, pero según el líder del equipo Stephen Pointing, profesor del Yale-NUS College de Singapur, algunas de las especies de bacterias justo debajo de la superficie "sobreviven justo en el límite de habitabilidad". Y esto es muy buenas noticias para la perspectiva de encontrar microbios en Marte.
El equipo de Pointing desplegó un dispositivo de perforación y muestreo autónomo montado en un rover en el desierto de Atacama para ver si podía extraer muestras de suelo que contenían microbios hasta una profundidad de 80 centímetros (un poco más de 2 pies y medio). Como comparación, las muestras también se desenterraron a mano. A través de la secuenciación de ADN, los investigadores encontraron que la vida bacteriana en las muestras de ambos métodos era similar, confirmando la existencia de estas resistentes bacterias, y que el método de extracción autónomo fue exitoso. Esta prueba respalda la esperanza de que si los microbios también prosperan justo debajo de la superficie marciana, un robot puede encontrarlos.