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  • Golpe objetivo de nanopartículas dulces

    Gliconanopartículas resultantes de esferas de fullereno acopladas químicamente a aminoazúcares. Crédito:MPIKG

    Materiales resultantes de la unión química de glucosamina, un tipo de azúcar, con fullerenos, tipo de nanopartículas conocidas como buckyballs, podría ayudar a reducir el daño celular y la inflamación que se produce después de un accidente cerebrovascular. Un equipo del Instituto Max Planck en Alemania ha probado esto en ratones, abriendo la puerta a posibles nuevos fármacos para el accidente cerebrovascular.

    La mayoría de los accidentes cerebrovasculares ocurren cuando los vasos sanguíneos que llegan al cerebro están bloqueados por coágulos o depósitos de grasa que disminuyen el flujo de sangre hacia sus células. Es entonces cuando se produce un ataque isquémico, una patología que conduce a la degeneración de neuronas, que puede ser fatal y no muchos medicamentos pueden tratar.

    Ahora, Científicos alemanes y suizos han descubierto que la combinación de dos sustancias ayuda a reducir la inflamación y el volumen cerebral afectado tras un accidente cerebrovascular. Esta es la glucosamina, un aminoazúcar comúnmente utilizado para tratar la artritis y la artrosis; y ciertos derivados de fullerenos, Estructuras huecas y esféricas formadas por muchos átomos de carbono.

    Antes se sabía que los fullerenos capturan bien los radicales químicos lo que los hace actuar como agentes neuroprotectores, mientras que la glucosamina reduce la inflamación.

    Lo que han hecho los investigadores es unir químicamente los dos compuestos para producir lo que se conoce como 'gliconanopartículas'. Estos se han administrado posteriormente a ratas de laboratorio a las que luego se les indujo un accidente cerebrovascular.

    Los resultados, publicado en la revista Neurología experimental , concluyen que esta combinación de derivados de fullereno y glucosamina reduce el daño celular y la inflamación después de un accidente cerebrovascular, de acuerdo con las resonancias magnéticas de cerebros de animales y la mejora de sus síntomas neurológicos.

    Autorradiografía de una sección del cerebro de un ratón de laboratorio después de un ictus (áreas afectadas en blanco) y la misma sección con las nanopartículas marcadas con radioisótopos, que se concentran en la zona del trazo. Crédito:MPIKG

    "Nuestro estudio confirma que es posible acoplar fullerenos con azúcares para combinar sus efectos protectores y de esta manera, para obtener nuevos materiales que puedan ayudar a prevenir y tratar el ictus, "dice Guillermo Orts-Gil, investigadora española del Instituto Max-Planck de Coloides e Interfaces (Alemania) y coautora de la investigación.

    "Aunque el presente estudio se llevó a cabo en ratones, los resultados indican que estas dulces buckyballs son nuevos fármacos potenciales para el tratamiento del accidente cerebrovascular también en humanos. Sin embargo, esto debe tomarse con precaución, dado que lo que funciona en ratones no necesariamente funcionará de la misma manera en humanos, "declaró Orts-Gil.

    Este trabajo es la continuación de otra investigación previa, publicado el año pasado en la revista Nano letras , en el que los investigadores también confirmaron que una proteína llamada E-selectina, vinculado a la cadena de eventos que ocurren durante un accidente cerebrovascular, se distribuye por todo el cerebro y no solo en la zona donde se origina el ictus, como se pensaba anteriormente.


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