Las nanopartículas son materiales que tienen al menos una dimensión inferior a 100 nanómetros (nm). Son de gran interés para científicos e ingenieros porque tienen propiedades únicas que pueden explotarse para una variedad de aplicaciones, como almacenamiento de energía, catálisis y detección.
La forma de las nanopartículas puede tener un impacto significativo en sus propiedades. Por ejemplo, las nanopartículas esféricas tienden a tener energías superficiales más altas que las nanopartículas no esféricas. Esto significa que las nanopartículas esféricas son más reactivas y pueden formar enlaces más fácilmente con otros átomos o moléculas. Esto puede ser una ventaja para algunas aplicaciones, como la catálisis, pero también puede ser una desventaja para otras aplicaciones, como el almacenamiento de energía.
En el caso del almacenamiento de energía, las nanopartículas no esféricas pueden tener una densidad de energía mayor que las nanopartículas esféricas. Esto se debe a que las nanopartículas no esféricas tienen una superficie mayor, lo que les permite almacenar más energía. La nueva técnica de imágenes desarrollada por los ingenieros de Berkeley permite a los científicos e ingenieros comprender mejor cómo la forma de las nanopartículas afecta a sus propiedades de almacenamiento de energía. Esta información luego se puede utilizar para diseñar nanopartículas que sean más eficientes para aplicaciones de almacenamiento de energía.
La investigación del equipo de Berkeley se publica en la revista Nano Letters.