Los investigadores utilizaron el martillo para estudiar cómo responden las neuronas a las fuerzas mecánicas. Descubrieron que cuando se aplica una fuerza a una neurona, la membrana de la célula se estira y el citoesqueleto de la célula, que es una red de filamentos que sostiene la forma de la célula, se pone rígido. Este endurecimiento ayuda a la neurona a resistir la fuerza y mantener su forma.
Los investigadores dicen que sus hallazgos podrían ayudar a explicar cómo se dañan las células cerebrales en lesiones cerebrales traumáticas, como las que ocurren durante una conmoción cerebral. También creen que el martillo podría utilizarse para desarrollar nuevos tratamientos para lesiones cerebrales y otros trastornos neurológicos.
"Esta es una nueva herramienta realmente emocionante que podemos utilizar para estudiar cómo las células cerebrales responden a las fuerzas mecánicas", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Nicholas X. Fang. "Creemos que esta investigación podría conducir a nuevos tratamientos para lesiones cerebrales y otros trastornos neurológicos".
El estudio fue publicado en la revista Nature Nanotechnology.