1. Supervivencia del óvulo :Los huevos de garrapata son generalmente más resistentes a las bajas temperaturas en comparación con las garrapatas adultas. Algunas especies de garrapatas ponen huevos en áreas protegidas, como hojarasca o debajo de rocas, que brindan aislamiento contra el frío extremo. Sin embargo, las olas de frío prolongadas y severas aún pueden afectar la supervivencia de los óvulos.
2. Supervivencia de ninfas y adultos :Las garrapatas ninfas y adultas son más vulnerables a las bajas temperaturas. Pueden buscar refugio en grietas, hendiduras o debajo de hojas caídas para protegerse del frío. Sin embargo, los períodos prolongados de temperaturas bajo cero pueden provocar altas tasas de mortalidad en estas etapas de la vida.
3. Actividad de invierno :Algunas especies de garrapatas, como la garrapata de patas negras (Ixodes scapularis), pueden permanecer activas durante inviernos más suaves. Pueden sobrevivir buscando huéspedes (p. ej., ciervos, roedores) que permanezcan activos durante los meses de invierno.
4. Microclimas :La eficacia de las temperaturas frías para matar las garrapatas depende de los microclimas locales. Por ejemplo, las áreas cubiertas de nieve pueden proporcionar aislamiento y proteger a las garrapatas del frío extremo. Por el contrario, las áreas con vegetación expuesta o menos capa de nieve pueden tener tasas de supervivencia de garrapatas más bajas debido a una mayor exposición a temperaturas bajo cero.
5. Estrategias de adaptación e invernada :Ciertas especies de garrapatas han desarrollado adaptaciones que les permiten soportar temperaturas frías. Estas adaptaciones pueden incluir la producción de proteínas anticongelantes o la capacidad de entrar en un estado latente (diapausa) durante condiciones adversas.
En general, si bien los inviernos fríos pueden tener un impacto negativo en las poblaciones de garrapatas, es posible que no erradiquen todas las garrapatas por completo. Algunas especies de garrapatas exhiben adaptaciones que les permiten sobrevivir y reanudar su actividad cuando el clima se vuelve más favorable. Por lo tanto, es fundamental permanecer alerta y adoptar medidas preventivas (como controles de garrapatas y uso de repelentes de insectos) para protegerse contra las enfermedades transmitidas por garrapatas, incluso en climas fríos.