Alteraciones del mercado:Con los restaurantes, los mercados de mariscos y las industrias turísticas muy afectados por la pandemia, la demanda de pescado se ha desplomado, lo que ha provocado caídas de precios y reducción de los ingresos de los pescadores. Las restricciones al transporte y los cierres de fronteras han perturbado aún más las cadenas de suministro, dificultando a los pescadores transportar sus capturas a los mercados.
Falta de medidas de seguridad:los pescadores en pequeña escala a menudo trabajan muy cerca unos de otros y carecen de acceso a equipos de protección adecuados, lo que los hace vulnerables a las infecciones. Las prácticas de higiene inadecuadas en los buques pesqueros y en los mercados de pescado también aumentan el riesgo de transmisión de COVID-19.
Inseguridad de los medios de vida:con ingresos reducidos y oportunidades alternativas de empleo limitadas, muchos pescadores en pequeña escala enfrentan una grave inseguridad de los medios de vida. A menudo carecen de redes de seguridad social y no pueden recurrir a otras fuentes de apoyo durante esta crisis.
Impactos de género:Las mujeres, que desempeñan papeles cruciales en la pesca en pequeña escala, particularmente en el procesamiento y la comercialización, enfrentan una mayor vulnerabilidad. Las restricciones a los viajes y las perturbaciones del mercado pueden afectar desproporcionadamente las actividades generadoras de ingresos de las mujeres y aumentar su carga económica.
Mayor presión pesquera:debido a la disminución de los ingresos y la inseguridad alimentaria, los pescadores pueden recurrir a la sobrepesca o a prácticas pesqueras insostenibles como estrategia de supervivencia. Esto podría poner en peligro la sostenibilidad de la pesca y agotar aún más las poblaciones de peces.
En respuesta a estos desafíos, es importante que los gobiernos, las organizaciones internacionales y otras partes interesadas apoyen a los pescadores en pequeña escala durante la crisis de la COVID-19. Medidas como el apoyo a los ingresos, la mejora del acceso a los mercados, el suministro de equipos de seguridad y la asistencia específica a las pescadoras son cruciales para garantizar la resiliencia y la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala.