Las nanopartículas son partículas diminutas que pueden usarse para administrar medicamentos a partes específicas del cuerpo. Han sido aclamados como un avance potencial en el tratamiento del cáncer, ya que pueden diseñarse para atacar las células cancerosas evitando el tejido sano.
Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que sólo una pequeña fracción de los fármacos basados en nanopartículas llegan realmente a los tumores. El estudio, publicado en la revista Nature Nanotechnology, encontró que sólo el 0,7 por ciento de las nanopartículas inyectadas en ratones llegaron a los tumores.
Los investigadores creen que la baja eficiencia de entrega de las nanopartículas se debe a una serie de factores, incluido el tamaño de las nanopartículas, la carga superficial y la presencia de proteínas en la sangre que pueden unirse a las nanopartículas e impedir que alcancen su objetivo. .
Los hallazgos de este estudio sugieren que se necesita más investigación para mejorar la eficiencia de administración de medicamentos basados en nanopartículas. Si esto se puede lograr, las nanopartículas podrían convertirse en una poderosa herramienta para el tratamiento del cáncer.
Implicaciones para el tratamiento del cáncer
La baja eficiencia de administración de los medicamentos basados en nanopartículas es un desafío importante para el tratamiento del cáncer. Si sólo una pequeña fracción de las nanopartículas llega a los tumores, es difícil alcanzar una concentración suficientemente alta del fármaco para matar las células cancerosas. Esto puede provocar resistencia a los medicamentos y fracaso del tratamiento.
Los hallazgos de este estudio sugieren que se necesita más investigación para mejorar la eficiencia de administración de medicamentos basados en nanopartículas. Esto podría implicar el desarrollo de nuevas nanopartículas que sean más pequeñas, tengan una carga superficial diferente o tengan menos probabilidades de unirse a las proteínas de la sangre.
Si se puede mejorar la eficiencia de administración de los medicamentos basados en nanopartículas, podrían convertirse en una poderosa herramienta para el tratamiento del cáncer. Las nanopartículas podrían usarse para administrar una variedad de medicamentos, incluidos fármacos de quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia. Esto podría conducir a tratamientos más eficaces y menos tóxicos para los pacientes con cáncer.