Los nanoplásticos son motivo de preocupación porque pueden tener una serie de efectos negativos sobre la salud humana y el medio ambiente. Por ejemplo, los nanoplásticos pueden inhalarse y depositarse en los pulmones, donde pueden provocar inflamación y otros problemas respiratorios. También pueden ingerirse y acumularse en el cuerpo y causar daños a órganos y tejidos.
En el medio ambiente, los nanoplásticos pueden ser perjudiciales para la vida acuática. Pueden ser ingeridos por peces y otros animales, y pueden bloquear su tracto digestivo y provocar inanición. También pueden absorber contaminantes del medio ambiente y transferirlos a los animales que los consumen.
Los nanoplásticos son un tipo de contaminante relativamente nuevo y todavía hay muchas cosas que no sabemos sobre ellos. Sin embargo, las investigaciones realizadas hasta ahora sugieren que tienen el potencial de causar una serie de problemas graves. Es importante seguir estudiando los nanoplásticos y desarrollar formas de reducir su liberación al medio ambiente.