El hormigón es uno de los materiales de construcción más utilizados en el mundo, pero también es relativamente frágil. Esto significa que puede agrietarse o romperse fácilmente bajo tensión, lo que lo hace susceptible a daños por terremotos y otros desastres naturales. Además, el hormigón es una fuente importante de emisiones de dióxido de carbono, lo que contribuye al cambio climático.
Los investigadores de la UCLA creen que añadir nanocristales de madera al hormigón podría ayudar a abordar ambos problemas. Los nanocristales de madera son pequeñas partículas de celulosa, el componente principal de las paredes celulares de las plantas. Son fuertes y livianos y tienen la capacidad de formar una red de enlaces de hidrógeno con otras moléculas, lo que puede ayudar a mejorar la resistencia y durabilidad del concreto.
En su estudio, los investigadores añadieron nanocristales de madera al hormigón en una concentración del 1%. Descubrieron que esto aumentaba la resistencia del hormigón en un 15% y su tenacidad en un 25%. El hormigón también era más resistente al agrietamiento y al daño causado por el agua.
Los investigadores creen que sus hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevos materiales de construcción que sean más resistentes, duraderos y sostenibles que el hormigón tradicional. Estos materiales podrían usarse para construir edificios, puentes y otras infraestructuras que sean más resistentes a los desastres naturales y tengan una menor huella de carbono.