Las ondas de radio pueden sintonizar bacterias para convertirlas en medicamentos que salvan vidas
Las colonias de E. coli se iluminan en verde bajo luz ultravioleta, lo que confirma que han absorbido la proteína fluorescente. Crédito:RMIT.
Científicos de Australia y Estados Unidos han encontrado una nueva forma de alterar el ADN de las células bacterianas (un proceso utilizado para fabricar muchos medicamentos vitales, incluida la insulina), de manera mucho más eficiente que las técnicas industriales estándar.
En lugar de abrir las paredes celulares de las bacterias con productos químicos agresivos o altas temperaturas para insertar el ADN, el equipo utilizó ondas de radio de alta frecuencia, un enfoque mucho más suave que llevó a que muchas más células absorbieran el ADN y sobrevivieran.
El estudio, dirigido por la Universidad RMIT en colaboración con otras universidades australianas y WaveCyte Biotechnologies en EE. UU., utilizó ondas de radio en la frecuencia de 18 gigahercios para "abrir las puertas" temporalmente en las paredes celulares bacterianas de E. coli el tiempo suficiente para que se insertara el material genético. .
Luego, las células se cerraron y continuaron funcionando de manera saludable.
Las radiofrecuencias se pueden utilizar para transportar de todo, desde datos de teléfonos móviles y satélites hasta la energía necesaria para manipular células bacterianas en un laboratorio.
Un trabajo conjunto anterior con el Centro Australiano de Investigación de Bioefectos Electromagnéticos demostró cómo la energía electromagnética de alta frecuencia hace que las células bacterianas sean temporalmente más permeables.
Este último estudio, "Transformación genética de ADN plasmídico en Escherichia coli utilizando energía electromagnética de alta frecuencia", publicado en Nano Letters lleva ese trabajo un paso más allá al demostrar que el método se puede utilizar para administrar ADN de forma segura.
Los resultados del equipo mostraron que el proceso era muy eficiente:el 91 % de las células de E. coli adoptaron el nuevo ADN después de exponerlas a ondas de radio de 18 GHz durante tres minutos.
Utilizando el estándar actual de la industria para insertar ADN, conocido como "choque térmico", sólo el 77% de las células absorben el ADN y muchas de ellas mueren poco después por la exposición al calor. Existen técnicas de pulso láser más suaves, pero menos del 30 % de las células adoptan el nuevo ADN en ese proceso.
La autora principal, la distinguida profesora de RMIT Elena Ivanova, dijo que su enfoque superó a ambos por ser altamente eficiente y gentil.