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  • La funcionalización química de los nanotubos de carbono largos tóxicos reduce la longitud efectiva, reducir la patogenicidad similar al amianto

    (Phys.org) —Los nanotubos de carbono se parecen a las fibras de asbesto en su forma. Desafortunadamente, largo, Los nanotubos puros también parecen tener una patogenicidad similar al amianto. En el diario Angewandte Chemie , un equipo de investigación europeo ha informado ahora que las modificaciones químicas, por ejemplo con tri (etilenglicol), puede aliviar este problema si la modificación hace que su superficie sea más amigable con el agua y reduce la longitud efectiva de los tubos.

    Debido a su físico único, químico, y propiedades electrónicas, Los nanotubos de carbono se han convertido en uno de los nanomateriales más populares. Se utilizan en electrónica, para reforzar plásticos, y en biomedicina como nanotransportadores para transportar fármacos al interior de las células. Para muchas de estas aplicaciones, particularmente en el área de la biología, es necesario alterar químicamente los tubos uniendo moléculas a sus superficies.

    Sin embargo, la producción industrial de nanotubos de carbono podría traer consigo riesgos para la salud. Los estudios han demostrado que los nanotubos de paredes múltiples que tienen más de 20 µm de largo actúan como fibras de asbesto, causando inflamación seguida de granulomas, crecimientos de tejido en forma de nudo inducidos por la inflamación. Esto ocurre porque los macrófagos de nuestro sistema inmunológico no pueden absorber y eliminar las fibras largas. Se ha demostrado que los nanotubos más cortos y aquellos con ciertas modificaciones superficiales alivian la toxicidad.

    Un equipo dirigido por Maurizio Prato, Alberto Bianco, y Kostas Kostarelos querían determinar qué papel tienen las modificaciones químicas en la resolución del riesgo tóxico de los tubos. Los científicos del University College London (Reino Unido), el CNRS en Estrasburgo (Francia), y la Universidad de Trieste (Italia) unieron cadenas de hidrocarburos o cadenas de tri (etilenglicol) como grupos laterales en nanotubos de carbono de paredes múltiples y compararon sus efectos con los de los tubos sin modificar. Los resultados muestran que los nanotubos no modificados y aquellos con cadenas de hidrocarburos conducen a granulomas e inflamación similar al amianto en ratones. Sin embargo, los nanotubos de carbono con cadenas de tri (etilenglicol) no lo hacen.

    La diferencia parece ser una cuestión de agregación / desagregación que influye en la longitud de los haces:como lo muestran las imágenes de microscopías de fuerza atómica y electrónica de transmisión, la longitud efectiva de los tubos se reduce durante la reacción que introduce las cadenas de tri (etilenglicol). Los investigadores creen que la modificación con la cadena de tri (etilenglicol) rompe los tubos entre sí para que interactúen en el cuerpo como más cortos, fibras individuales mucho más hidrofílicas, mientras que tanto los tubos sin modificar como los que tienen hidrocarburos apolares en sus superficies interactúan con el tejido como haces más largos de nanotubos individuales.

    Los investigadores concluyen que solo aquellas modificaciones que conduzcan a un desenredo de los paquetes pueden aliviar los problemas toxicológicos.


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