(Phys.org) —Desde el advenimiento de la nanotecnología del cáncer, Los investigadores han intentado utilizar campos magnéticos para aumentar la concentración de nanopartículas de óxido de hierro cargadas con fármacos que llegan a un tumor. Sin embargo, los campos magnéticos disminuyen rápidamente con la distancia, lo que hace que sea casi imposible considerar un enfoque de este tipo para los tumores ubicados a más de unos pocos centímetros de la piel. Para resolver lo que parece ser un problema fundamentalmente irresoluble, Los investigadores del Centro de Excelencia en Nanotecnología del Cáncer de la Universidad de Stanford (Stanford CCNE) han adoptado un enfoque doble, uno que utiliza un campo magnético externo y una malla magnetizable implantable para crear campos magnéticos locales lo suficientemente fuertes como para atrapar nanopartículas en una ubicación específica.
Sanjiv Gambhir y Shan Wang dirigieron el equipo de investigación que desarrolló este nuevo enfoque para la focalización magnética. El equipo informó sus hallazgos en la revista. ACS Nano . Drs. Gambhir y Wang son los co-investigadores principales del CCNE de Stanford.
Para aumentar la fuerza del campo magnético cerca de un tumor, los investigadores utilizaron un micromalla de níquel disponible comercialmente. Cuando se implanta cerca de tumores que crecen en ratones, la malla desarrolló fuertes gradientes de campo magnético cuando se colocó un imán permanente al lado del animal. Estos gradientes fueron suficientes para capturar una gran cantidad de nanopartículas de óxido de hierro magnéticas biocompatibles que los investigadores inyectaron en los animales.
La idea que impulsa este trabajo es que dicha malla podría implantarse cerca de un tumor en un procedimiento que sería mucho menos invasivo que la cirugía de extirpación de tumores. Luego, el paciente podría ser tratado con nanopartículas magnéticas que llevan grandes dosis de fármaco antitumoral. Este procedimiento también podría ser útil en los casos en que la extirpación quirúrgica del tumor no sea factible.
En un conjunto de experimentos, los investigadores dosificaron a animales con tumores con una nanopartícula de óxido de hierro recubierta con una molécula conocida por bloquear la angiogénesis, el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que los tumores necesitan para crecer y diseminarse. Mientras que las nanopartículas por sí solas hicieron que los tumores se encogieran, cuando se administra junto con la captura de campo magnético, la tasa de encogimiento del tumor aumentó dramáticamente. Los investigadores notaron que el efecto de generar un campo magnético localizado en la vecindad del tumor fue similar al observado cuando duplicaron la dosis de nanopartículas anti-angiogénicas sin magnetización adicional.