Daño físico:
* Impacto: Ser golpeado por objetos como granizo, ramas o escombros que caen.
* clima extremo: Los vientos fuertes, los tornados y las fuertes cargas de nieve pueden causar daños estructurales.
* tráfico peatonal: Caminar sobre paneles solares puede causar grietas o pinchazos.
* Errores de instalación: La instalación o montaje inadecuado puede conducir a puntos de estrés que los hacen más vulnerables.
Daño ambiental:
* degradación UV: Con el tiempo, la exposición a la luz solar puede hacer que las células solares se degraden, reduciendo su eficiencia.
* Corrosión: El aerosol de agua salada, la humedad y el polvo pueden causar corrosión en las partes de metal de los paneles.
* Droppes de pájaros: Los excrementos de pájaros ácidos pueden dañar la superficie de los paneles.
Otros factores:
* Defectos de fabricación: Si bien es raro, algunos paneles solares pueden tener defectos que los hacen más propensos al daño.
* Problemas eléctricos: La sobrecarga del sistema o las oleadas eléctricas puede causar daños a los paneles o sus componentes.
Cómo reducir el riesgo de daño:
* Instalación adecuada: Asegúrese de que los paneles sean instalados por un profesional calificado y cumplan con los códigos de construcción locales.
* Selección del panel: Elija paneles clasificados para su clima y peligros potenciales.
* Mantenimiento: Inspeccione regularmente los paneles en busca de daños y limpíelos para evitar la acumulación de suciedad.
* Medidas de protección: Instale las barreras de protección (por ejemplo, cercas, redes) para proteger los paneles de los objetos que caen.
* seguro: Considere el seguro del panel solar para cubrir los costos de daños o reemplazo.
Es importante recordar que los paneles solares están generalmente diseñados para resistir condiciones duras. Sin embargo, el mantenimiento regular y la conciencia de los riesgos potenciales pueden ayudar a garantizar su longevidad.