Mientras que la idea del horario de salvación de verano (DST) se originó con Benjamin Franklin en 1784, el primer país en implementarlo oficialmente fue
Alemania en 1916 durante la Guerra Mundial. El objetivo era conservar la energía aprovechando las más largas horas del día durante los meses de verano.
Más tarde Estados Unidos adoptó el DST en 1918, aunque fue derogado en 1919. Fue reintroducido en 1966 como una forma de conservar energía y reducir los accidentes de tráfico.
Hoy, muchos países del mundo observan DST, aunque también hay muchos que no.