La luna está compuesta principalmente de rocas y minerales, incluidos oxígeno, silicio, magnesio, hierro, calcio y aluminio. La composición de la superficie de la luna varía, pero generalmente está compuesta por una mezcla de rocas de silicato, como el basalto, y anortositas, que son rocas ricas en calcio. La luna también contiene una variedad de minerales y elementos, incluidos helio, argón y trazas de agua y otros volátiles. Se cree que la composición de la Luna es similar a la del manto terrestre.