Para garantizar un suministro continuo de electricidad, la ISS cuenta con ocho paneles solares, cada uno de los cuales consta de dos paneles solares. Los paneles solares están formados por células fotovoltaicas (PV), que convierten la luz solar en electricidad. Las células fotovoltaicas están dispuestas en serie y en paralelo para crear un circuito que permite que la electricidad fluya.
Los paneles solares están montados en la estructura de celosía de la ISS, que es un gran marco en forma de celosía que se extiende a lo largo de la estación. Los paneles solares están colocados para maximizar su exposición a la luz solar y se pueden girar para seguir el movimiento del sol.
Los paneles solares proporcionan a la ISS aproximadamente el 85% de sus necesidades totales de energía. El 15% restante de la energía proviene de baterías, que almacenan la electricidad generada por los paneles solares. Las baterías se utilizan para alimentar la ISS durante los períodos en los que los paneles solares no generan electricidad, como durante los eclipses.
Los paneles solares de la ISS son esenciales para el funcionamiento de la estación. Proporcionan la energía necesaria para hacer funcionar los sistemas de soporte vital, los experimentos y otros equipos de la ISS. Sin paneles solares, la ISS no podría funcionar.