Uno de los factores clave que mejoran las simulaciones de GMMIP es la representación de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). ENOS es el modo dominante de variabilidad climática interanual en los trópicos y tiene una fuerte influencia en el monzón global. Las simulaciones de GMMIP pueden representar mejor la amplitud, la frecuencia y el patrón espacial de la variabilidad del ENSO, lo que conduce a mejores predicciones del monzón.
Además de ENSO, las simulaciones de GMMIP también mejoran la representación de otros factores que influyen en la variabilidad de los monzones, como el dipolo del Océano Índico (IOD) y la oscilación Madden-Julian (MJO). El IOD es un modo de variabilidad climática interanual en el Océano Índico y tiene una fuerte influencia en el monzón del sur de Asia. La OMJ es un modo de variabilidad climática intraestacional que ocurre en los trópicos y puede influir en el momento y la intensidad del monzón. Las simulaciones GMMIP pueden representar mejor la variabilidad de estos modos, lo que conduce a mejores predicciones del monzón.
En general, las simulaciones del GMMIP han demostrado una mayor habilidad que las simulaciones históricas para predecir la variabilidad interanual del monzón global. Probablemente esto se deba al hecho de que las simulaciones del GMMIP pueden representar mejor las interacciones entre la atmósfera, el océano y la superficie terrestre, que son importantes para impulsar la variabilidad de los monzones.