1. Preocupaciones por la doble imposición :Al gobierno de EE.UU. le preocupa que las investigaciones fiscales de la UE puedan dar lugar a una doble imposición para las empresas multinacionales estadounidenses. Estas empresas ya están sujetas a impuestos estadounidenses sobre sus ingresos globales y temen que impuestos adicionales impuestos por la UE puedan llevarles a pagar dos impuestos por los mismos ingresos.
2. Soberanía y justicia :El gobierno de EE.UU. sostiene que las investigaciones fiscales de la UE infringen la soberanía de naciones individuales. Estados Unidos cree que corresponde a cada país determinar sus propias leyes fiscales y que la UE no debería interferir en este proceso. Además, Estados Unidos sostiene que las investigaciones de la UE se dirigen específicamente a empresas estadounidenses, lo que genera preocupaciones sobre la justicia y la igualdad de trato.
3. Pérdidas de empleo e impacto económico :El gobierno de EE.UU. está preocupado por el posible impacto negativo de las investigaciones fiscales de la UE sobre las empresas estadounidenses. Argumentan que las investigaciones podrían conducir a una reducción de las ganancias, la pérdida de empleos y una disminución de la inversión en Estados Unidos. Las empresas multinacionales estadounidenses podrían verse obligadas a reestructurar sus operaciones para minimizar su obligación tributaria en la UE, lo que podría afectar los empleos en los EE. UU. y reducir la actividad económica general.
4. Enfoque unilateral :El gobierno de EE.UU. cree que la UE debería buscar la coordinación fiscal internacional a través de foros multilaterales como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y el G20 (Grupo de los Veinte) en lugar de lanzar unilateralmente investigaciones individuales. Estados Unidos sostiene que este enfoque garantizaría igualdad de condiciones, evitaría inconsistencias y promovería la transparencia en asuntos tributarios internacionales.
5. Tensión política :Las investigaciones fiscales han provocado tensiones políticas entre EE.UU. y la UE. La administración Trump ha acusado a la UE de ser "depredadora" y ha amenazado con imponer aranceles a los productos europeos en represalia. Esta tensión podría tensar aún más las ya frágiles relaciones entre Estados Unidos y la UE.