* longitud de onda (λ): La distancia entre dos crestas o canales consecutivos de una ola. Por lo general, se mide en metros (M) o nanómetros (NM) para ondas de luz.
* velocidad (v): Qué tan rápido la onda viaja a través de un medio. Se mide en metros por segundo (m/s).
* frecuencia (f): El número de ciclos de onda que pasan un punto fijo por segundo. Se mide en Hertz (Hz), donde 1 Hz =1 ciclo por segundo.
La relación:
La ecuación clave que conecta estos tres es:
v =fλ
Esto significa:
* La velocidad (v) es directamente proporcional a la frecuencia (f). Si la frecuencia aumenta, la velocidad de la onda también aumenta, suponiendo que la longitud de onda permanezca constante.
* La velocidad (v) es directamente proporcional a la longitud de onda (λ). Si la longitud de onda aumenta, la velocidad de la onda también aumenta, suponiendo que la frecuencia permanezca constante.
* frecuencia (f) y longitud de onda (λ) son inversamente proporcionales. Si la frecuencia aumenta, la longitud de onda disminuye y viceversa, suponiendo que la velocidad permanezca constante.
Ejemplo:
Imagina una cuerda atada a un puesto. Si sacude la cuerda más rápido (aumenta la frecuencia), las ondas viajarán más cerca (longitud de onda más corta). Si sacude la cuerda más lentamente (frecuencia de disminución), las ondas se separarán más (longitud de onda más larga). La velocidad de la onda a lo largo de la cuerda depende de la tensión y la densidad de la cuerda misma.
Notas importantes:
* Esta relación es válida para todos los tipos de olas.
* La velocidad de la luz en el vacío es una constante, aproximadamente 3 x 10^8 m/s. Esto significa que los cambios en la frecuencia y la longitud de onda son inversamente proporcionales para las ondas de luz.
* La velocidad del sonido en el aire también es constante a temperatura ambiente, pero cambia con la temperatura y el medio al que viaja.
Comprender esta relación fundamental es crucial para comprender varios fenómenos de ondas, desde los colores de los arcoíris hasta el efecto Doppler.