La aceleración de un objeto es directamente proporcional a la fuerza neta que actúa sobre él e inversamente proporcional a su masa.
Esto significa:
* Más fuerza, más aceleración: Si aplica una fuerza más grande a un objeto, se acelerará más rápido.
* Más masa, menos aceleración: Si aplica la misma fuerza a un objeto más pesado, acelerará más lento.
Matemáticamente, esto está representado por la ecuación:
f =m * a
Dónde:
* f es la fuerza neta que actúa sobre el objeto (en Newtons)
* m es la masa del objeto (en kilogramos)
* a es la aceleración del objeto (en metros por segundo cuadrado)
Ejemplo:
Imagine empujar un automóvil pequeño y un camión grande con la misma fuerza. El automóvil, siendo menos masivo, se acelerará más rápido que el camión. Esto se debe a que la misma fuerza se distribuye sobre una masa más pequeña en el automóvil, lo que resulta en una mayor aceleración.
En resumen:
* La masa resiste la aceleración. Cuanto más masivo sea un objeto, más difícil es cambiar su velocidad.
* Se necesita fuerza para superar esta resistencia y causar aceleración. Cuanto mayor es la fuerza, mayor es la aceleración.