* Evidencia empírica extensa: Esto significa una gran cantidad de datos recopilados a través de experimentos, observaciones y mediciones, apoyando constantemente la ley. Cuanta más evidencia hay y más diversas serán las fuentes, más fuerte será el apoyo a la ley.
* Experimentos repetibles: Los experimentos que producen la evidencia deben ser repetibles por diferentes científicos en diferentes lugares utilizando diferentes métodos. Esto asegura que los resultados no se deban al azar o los errores en un solo experimento.
* Modelos matemáticos: Las leyes científicas a menudo tienen modelos matemáticos que describen la relación entre diferentes variables. Estos modelos pueden usarse para hacer predicciones y probar la validez de la ley.
* Falta de contraejemplos: Si bien un solo contraejemplo puede refutar una ley científica, es importante tener en cuenta que la falta de contraejemplos, a pesar de las rigurosas pruebas, fortalece la validez de la ley.
Nota importante: Las leyes científicas no son verdades absolutas. Se basan en la comprensión actual del universo y están sujetos a cambios a medida que surge una nueva evidencia.
Aquí hay una distinción clave:
* Leyes científicas: Describa cómo se comporta el mundo natural bajo ciertas condiciones. Generalmente se consideran universales e inmutables.
* Teorías científicas: Explique por qué el mundo natural se comporta como lo hace. Se basan en un cuerpo de evidencia y pueden modificarse o reemplazarse a medida que surge una nueva evidencia.
En resumen, las leyes científicas están respaldadas por una sólida base de evidencia, experimentos repetidos, modelos matemáticos y la ausencia de evidencia contradictoria. Representan el estado actual de nuestra comprensión del universo, pero están sujetos a refinamiento y cambio a medida que nuestro conocimiento crece.