En este experimento, Millikan roció pequeñas gotas de aceite en una cámara y observó su movimiento cuando cayeron por el aire. Al aplicar un campo eléctrico a la cámara, podría manipular el movimiento de las gotas y determinar la carga en cada gota. Descubrió que la carga en cada gota siempre era un múltiplo de una unidad de carga fundamental, que determinó que era la carga de un solo electrón.