1. Función enzimática: La mayoría de las enzimas, las proteínas que impulsan las reacciones químicas en el cuerpo, tienen rangos de temperatura óptimos. A 105 grados, muchas enzimas comienzan a desnaturalizar (pierden su forma) y se vuelven no funcionales. Esto interrumpe los procesos cruciales como la digestión, el metabolismo y la producción de energía.
2. Función cerebral: El cerebro es particularmente sensible a los cambios de temperatura. A 105 grados, las neuronas pueden dañarse, lo que provoca confusión, convulsiones e incluso coma.
3. Sistema circulatorio: La temperatura corporal elevada ejerce una tensión en el corazón. El corazón tiene que trabajar más para bombear sangre para enfriar el cuerpo, lo que lleva a problemas de ritmo cardíaco potencialmente peligrosos.
4. Sistema respiratorio: El aumento de la temperatura corporal puede desencadenar una respiración rápida para enfriar el cuerpo. Sin embargo, la hipertermia severa puede conducir a insuficiencia respiratoria.
5. FALLA DEL ORGURO: Las temperaturas sostenidas de 105 grados o más pueden causar daño órgano, lo que provoca insuficiencia renal, disfunción hepática e incluso la muerte.
6. Daño celular: Las altas temperaturas dañan las membranas y proteínas celulares, lo que contribuye al daño tisular generalizado.
Nota importante: Una temperatura de 105 grados Fahrenheit se considera una emergencia médica. La atención médica inmediata es crucial para prevenir el daño irreversible y la muerte potencial.
Prevención: Manténgase hidratado, use ropa holgada, evite la actividad extenuante en el clima cálido y busque sombra o aire acondicionado cuando sea necesario.