He aquí por qué:
* Descuidar la resistencia del aire: En un vacío perfecto, sin resistencia al aire, la velocidad horizontal de un proyectil lanzado al espacio sería constante. Esto se debe a la primera ley de movimiento de Newton:un objeto en movimiento permanece en movimiento a una velocidad constante a menos que se actúe por una fuerza neta. En ausencia de resistencia al aire, no hay fuerza horizontal que actúe sobre el proyectil para cambiar su velocidad.
* La realidad del espacio: En el entorno espacial real, hay fuerzas muy pequeñas pero no cero que pueden afectar la velocidad horizontal del proyectil en largas distancias y escalas de tiempo. Estos incluyen:
* Gravedad de los cuerpos celestiales: Si bien la velocidad inicial de lanzamiento puede ser lo suficientemente alta como para escapar de la gravedad de la Tierra, el tirón gravitacional del sol, otros planetas o incluso galaxias distantes aún pueden ejercer una ligera fuerza en el proyectil, afectando su trayectoria durante largos períodos.
* Polvo y gas interplanetario: Si bien es delgado, el espacio no está completamente vacío. Las interacciones con las partículas de polvo y gas, aunque pequeñas, pueden causar cambios minuciosos en la velocidad horizontal del proyectil.
* Viento solar: La corriente continua de partículas cargadas emitidas por el sol también puede ejercer una fuerza sobre el proyectil, alterando potencialmente su camino con el tiempo.
En conclusión:
* En un escenario idealizado sin resistencia al aire, la velocidad horizontal de un proyectil lanzado al espacio sería constante.
* En el mundo real, debido a las fuerzas muy pequeñas presentes en el espacio, la velocidad horizontal podría no ser perfectamente constante en distancias y escalas de tiempo extremadamente largas.
Para la mayoría de los fines prácticos, especialmente para misiones de duración de corta duración, suponiendo que la velocidad horizontal constante sea una aproximación razonable.