* fuertes fuerzas intermoleculares: Los sólidos tienen las fuerzas intermoleculares más fuertes (como enlaces iónicos, enlaces covalentes o enlaces metálicos) que mantienen juntas sus partículas. Estas fuerzas restringen el movimiento de partículas, dándoles una forma y volumen fijos.
* partículas muy llenas: Las partículas en sólidos están dispuestas en una estructura altamente organizada y muy llena. Este embalaje se suma a la rigidez resistiendo la deformación.
* movimiento limitado: Las partículas en un sólido solo pueden vibrar sobre sus posiciones fijas. Este movimiento limitado contribuye a su estabilidad general y resistencia al cambio de forma.
En contraste, los líquidos y los gases tienen fuerzas intermoleculares más débiles y sus partículas tienen más libertad para moverse. Esto los hace menos rígidos y les permite fluir y cambiar de forma.