1. La configuración: Rutherford disparó partículas alfa (núcleos de helio cargados positivamente) en una hoja delgada de lámina de oro. Colocó una pantalla fluorescente alrededor de la lámina.
2. La observación: Se dio cuenta de que la mayoría de las partículas alfa pasaron directamente a través de la lámina, causando destellos de luz en la pantalla directamente detrás de la lámina. Esto sugirió que los átomos eran en su mayoría espacio vacío.
3. Lo inesperado: Sin embargo, también observó algunas partículas alfa que se dispersaron en grandes ángulos, incluso rebotando hacia la fuente. Esto fue completamente inesperado en función del modelo de "pudín de ciruela" del átomo, que sugirió una carga positiva difusa en todo el átomo.
4. La interpretación: Rutherford concluyó que la dispersión de ángulo grande fue causada por una carga positiva concentrada dentro del átomo, que llamó el núcleo. Razonó que las partículas alfa fueron desviadas por la fuerte repulsión eléctrica entre su carga positiva y la carga positiva del núcleo.
Entonces, Rutherford no vio directamente las rutas de las partículas, pero pudo inferir los caminos en función de dónde llegan a la pantalla fluorescente. La desviación de algunas partículas en grandes ángulos proporcionó una fuerte evidencia de la existencia del núcleo, un núcleo pequeño, denso y cargado positivamente dentro del átomo.