La primera etapa de un cohete suele ser la más grande y poderosa, ya que debe levantar todo el cohete del suelo. Una vez que la primera etapa ha agotado su combustible, se desecha y se enciende la segunda etapa. La segunda etapa es más pequeña que la primera, pero aún es lo suficientemente potente como para elevar el cohete a una mayor altitud. Una vez que la segunda etapa ha agotado su combustible, también se desecha y la tercera etapa se enciende. La tercera etapa es la más pequeña y menos potente de las tres, pero es la encargada de poner el cohete en órbita.
Una vez que el cohete está en órbita, la tercera etapa ya no es necesaria y se desecha. Luego, el cohete puede continuar con su misión, como entregar una carga útil a otro planeta o realizar una caminata espacial.
El proceso de deshacerse de etapas se llama "puesta en escena". La puesta en escena es una parte esencial del diseño de cohetes, ya que permite que los cohetes alcancen velocidades y altitudes que de otro modo no serían posibles.