El tanque de combustible almacena el combustible, que normalmente es un líquido a base de hidrocarburos, como queroseno o metano líquido. El tanque del oxidante almacena el oxidante, que suele ser oxígeno líquido o peróxido de hidrógeno. La estructura entre tanques conecta los tanques de combustible y oxidante y alberga varios componentes, como válvulas, tuberías, bombas y sensores, que son necesarios para el correcto funcionamiento del sistema de propulsión del cohete.
El cuerpo del cohete está diseñado para resistir las fuerzas extremas generadas durante el lanzamiento y el vuelo. También está equipado con sistemas de gestión térmica y aislamiento para proteger el combustible, el oxidante y otros componentes de las temperaturas extremas que se encuentran durante la operación. En general, el cuerpo del cohete sirve como un componente estructural crítico que alberga y protege los elementos propulsores esenciales de un cohete.